RB ERREBÉ navega junto al Rey Felipe VI

Hace poco más de una década, RB ERREBÉ no era más que una idea. Una visión humilde, pero firme: demostrar que en España también se podía crear una marca capaz de competir con los colosos del mercado global de las gafas de sol y el calzado técnico. Sin grandes inversores. Sin padrinos. Solo con trabajo, convicción y diseño. Hoy, esa visión se ha convertido en realidad.

Por décimo año consecutivo, Su Majestad el Rey Felipe VI y toda la tripulación del Aifos, embarcación de la Armada Española, han vuelto a elegir gafas de sol RB ERREBÉ como parte de su equipamiento en la Copa del Rey MAPFRE. Y desde hace tres años, también confían en el calzado técnico de verano de la marca. Este respaldo no solo valida la calidad del producto: representa un hito para una marca que ha logrado abrirse paso en un mercado dominado por gigantes. “Nunca pensamos que llegaríamos tan lejos, y sin embargo aquí estamos: compitiendo con marcas que dominan el mercado mundial, demostrando que un producto creado con pasión, tecnología y propósito puede tener un lugar junto a los más grandes”, dice David Lencina, fundador y CEO de RB ERREBÉ

La historia de una marca que se atrevió a soñar
RB ERREBÉ nació sin campañas millonarias ni respaldo corporativo. Solo con una idea clara: “actualizar los clásicos y democratizar las gafas de alta calidad”. Sus fundadores querían que la protección visual y el diseño atemporal no fueran un lujo, sino un derecho al alcance de todos.

Hoy, con presencia en más de 15 países, RB ERREBÉ es una marca multinacional que mantiene intacto su espíritu original. Sus gafas, con lentes polarizadas de alta definición, están diseñadas para soportar las condiciones más exigentes. Y su calzado técnico, fabricado con materiales reciclados, combina ligereza, agarre y durabilidad, sin renunciar a la estética.

Ver a una marca española —que comenzó sin nada— formar parte del equipamiento oficial del Rey Felipe VI y su tripulación, es una historia de orgullo, resistencia y visión. Una prueba de que, cuando las cosas se hacen bien, el talento encuentra su lugar.