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Proyecto Lodwar en Kenia, acción solidaria de “Abre sus Ojos”

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Por Ernesto Marco Carmena, farmacéutico-optometrista y fundador de la Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión. 
Una vez más “Abre sus Ojos”, de la mano de EMALAIKAT y la SEEBV, ha participado en la campaña oftalmológica de Turkana (Kenia). En esta ocasión ha contado con la colaboración de la Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión, ya que además de las habituales tareas reservadas a los optometristas, este año se ha revisado también la vista a los alumnos internos de un colegio en Katilu en el que más de 150 de los niños eran ciegos o padecían baja visión.
Suena el despertador. Son las 6 AM en Lodwar (Kenia) y empieza una nueva jornada. Ducha rápida, desayuno ligero y….a la “pick up” con destino al hospital. Allí nos espera un nutrido grupo de pacientes a los que hemos ido convenciendo desde poblados, unos cercanos y otros no tanto, para ir a no saben dónde ni por qué. En ese proyecto nos hemos embarcado un grupo de optometristas y oftalmólogos que cada año, desde hace 10, vamos a Lodwar (Kenia) para intentar mejorar la salud visual de una población que así lo requiere.
Después de una rápida sesión clínica, con el fin de trasladar nuestros conocimientos a los voluntariosos colaboradores kenianos, nos ponemosabre-sus-ojos-5 manos a la obra cada uno con la misión que tiene encomendada: los oftalmólogos preparando el quirófano o viendo los ojos de los primeros pacientes, los optometristas graduando y los técnicos reparando las máquinas que por fatalidades del destino allí duran mucho menos que aquí, en España. Sin casi tiempo para compartir algún receso, nos conformamos con alguna mirada cómplice de comprensión o, a veces, alguna sonrisa –y otras carcajadas– por las situaciones tan peculiares que se suceden con nuestros pacientes. La comunicación entre nosotros y algunos de nuestros pacientes es a veces complicada, por lo que cualquier recurso imaginativo sirve.
Con el paso de los días vamos aprendiendo “suajili” y “turkana”: ejokonoi, eyoka…. básico para entendernos con los más viejos del lugar. Ya no nos cuesta tanto comunicarnos con ellos. Destapamos el ojo a los que operamos ayer y…. se sorprenden de lo que vuelven a ver. Aunque por su orgullo y altanería de pueblo nómada, no son todo lo efusivos que nos gustaría.
abre-sus-ojos-14Ya son las 2 pm y merecemos un descanso. Allí mismo damos cuenta de una comida abundante y cuidada que nos permite recuperar fuerzas y da ocasión de compartir las experiencias de la mañana. ¡Qué bonito y gratificante es observar a los más jóvenes cómo viven las nuevas experiencias! El futuro del proyecto está asegurado. Enseguida, vuelta al tajo. Aquí no hay tiempo de café. Dos horas o tres después, damos por acabada nuestra jornada en el “hospi” y volvemos a casa a darnos una merecida ducha. Ya recuperados, nos vamos a cenar cabra o pizza y a dormir después de revisar la cama y dar cuenta de los “huéspedes” que aprovechan cualquier descuido para aferrarse a nuestra cama y picarnos cuando más relajados estamos. Y por fin, nos dormimos hasta el día siguiente.
Así transcurre un día cualquiera en Turkana para el grupo de voluntarios que, año tras año, dedicamos unos días para intentar mejorar la salud visual de una población de 1,2 millones de personas en una región como Castilla la Mancha, en la que no hay ningún oftalmólogo ni optometrista ni, por supuesto, óptica. Pero antes de terminar también hemos de agradecer la colaboración en este proyecto de empresas como Eschenbach, Etnia, Fundación Fernando Campo, Optim, Prats, TDSO y Visual Global.

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