Nueva acción social de Ver para Crecer de la mano de Xilema y Comedor Social París 365
El proyecto ‘Ver para Crecer’ (VpC) acerca la justicia visual a personas en riesgo de exclusión social en Pamplona. Un equipo de catorce ópticos voluntarios revisó la vista de cerca de un centenar de beneficiarios de ambas fundaciones (Xilema y Comedor Social París 365) en dos acciones que tuvieron lugar el 16 y 17 de noviembre. ‘Ver para Crecer’ entregará gafas nuevas (66) a todas aquellas que las necesitan.
“’Ver para Crecer’ acerca la salud visual a personas sin recursos en España. Pretendemos que no haya nadie en nuestro país que no lleve la corrección visual que necesita por motivos económicos”, resume Luz Jiménez, portavoz de VpC. El contacto con Xilema y Paris 365 llegó de la mano de Julio Ezpeleta y Jesús Ibaibarriaga, ópticos-optometristas navarros, socialmente activos e involucrados con el bienestar de sus comunidades locales. Gracias a ellos, y a la excelente predisposición de las fundaciones, se organizaron las acciones.
El día 16, en el local de Fundación Xilema, ocho ópticos voluntarios de VpC revisaron la vista a personas en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión a las que la entidad pamplonica atiende desde los servicios ‘Servicio de Atención Municipal’ a ‘Personas sin Hogar’ (programa de atención en calle y programa de empadronados), ‘Centro de Día’ y ‘Servicio de acogida a mujeres en situación de violencia de género’. El ‘Servicio de Atención a Personas sin Hogar’ está concertado con el Ayuntamiento de Pamplona, mientras que el resto son concertados con Gobierno de Navarra.
Esther Villar y Patxi Martinez, dos de los educadores del programa de ‘Atención en calle’ del Servicio Municipal de Atención a Personas sin Hogar de Xilema, explicaron este proyecto a los beneficiarios. Así, acudieron a la cita personas con problemas visuales que no pueden costearse unas gafas correctoras. “Tienen que priorizar sus ingresos, de manera que con comer cada día o tener un techo, agotan sus recursos, dejando el cuidado de la vista en un segundo plano, por importante que sea”, dice Patxi.
La labor de los educadores de calle es amplia y su complicidad con estas personas, digna de elogio. “Ellos son mi familia”, decía el lunes uno de los beneficiarios que acudió a graduarse la vista en la acción. Recién graduado, contaba su experiencia con la Fundación, y con el proyecto VpC. Después de haber sido usuario del Programa de Empadronados, ahora vive en un piso. “Me van a hacer unas gafas para cerca y otras para lejos. Sin ellas, no soy capaz de usar el teléfono o, cuando estoy viendo la televisión, no puedo leer los subtítulos”, explicaba. Hasta ahora, venía utilizando unas gafas de farmacia, de seis euros. “Si aciertas con la graduación, bien, pero si no, lo que hacen, con el tiempo, es deteriorar tu visión”. Y, como le encanta la lectura, ahora piensa recuperar ese placer. “Cuando me dijo Patxi que podía hacerme unas gafas, me prestó un libro de Pérez Reverte, que no podía leer, porque tenía la letra demasiado pequeña. Que haya organizaciones como Fundación Xilema es una bendición, y lo mismo digo de estos ópticos buenos de Ver para Crecer”, terminaba
J. y A. son una pareja rumana que vive en Pamplona desde hace ocho años. Los dos fueron examinados por los ópticos de VpC. Pese a que ella no ve bien de cerca, nunca ha llevado gafas. Él no sabe leer ni escribir en castellano. “Hemos empezado a enseñarle. Las gafas que nos entregarán en ‘Ver para Crecer’ nos van a ayudar en este sentido”, explica Esther. Con ellas será más difícil que se pierdan una cita médica o con el trabajador social por desconocimiento. El matrimonio está agradecido a Xilema. “Mucho”, enfatizaba Vilma mientras ponía el acento en la palabra mirando con cariño infinito a Esther.
J., un bilbaíno grande y bonachón, ha salido de su situación de exclusión social. “Ahora vivo en un apartamento tutelado. He vuelto a ser autosuficiente. Lo mantengo con orgullo, y eso me ha hecho recuperar la dignidad que había perdido. No me la quitó la sociedad, fui yo mismo”, dice. En ese camino, J. se ha encontrado con “los amigos de Xilema”. Empezó como beneficiario del Programa Empadronados en 2010, para personas sin hogar. “Allí me ayudaron a recuperarme física y sicológicamente. Ahora me siento confiando y seguro. De pequeño me pusieron gafas, pero por la vergüenza del gafotas, no las llevaba. Veo mal de lejos y de cerca, tengo cuatro dioptrías y media, según me han dicho”. Usa, como en el caso anterior, unas gafas de farmacia para leer, con las que le duele la cabeza, “pero no puedo costearme otras”, lamenta. Después de ser examinado por los ópticos de VpC, “me van a poner unos progresivos con los que actualizaré más a menudo el blog en el que cuento mi vida”. J. quiso dejar constancia de su gratitud. “Ver bien te hacer crecer interiormente. Cuando llegué a Xilema, procedía de una gran oscuridad. Poco a poco he visto la luz, y ahora, parece que estas gafas nuevas simbolizan el final del proceso”.
Una de las ópticas voluntarias que ha trabajó en el proyecto de Xilema fue Ainhoa Alvarez, de Alsasua. “Ha sido mi primera experiencia como cooperante, aparte del trabajo que hacemos con los niños saharauis de Vacaciones en Paz en verano”. Ainhoa quería aportar algo más, mostrando la mejor cara de la profesión de óptico y lo que tiene de vocacional, en la cercanía. “Ver bien ayuda a llevar una vida plena. De otra manera, cosas tan básicas para el día a día como leer o conducir, son imposibles. Con proyectos como éste, ayudamos a quienes están a nuestro lado con muy poco, con unas horas de nuestro trabajo. La crisis también ha golpeado a Navarra, y proyectos como VpC benefician a que gente, que es como nosotros pero con peor suerte, mejore su calidad de vida”.
El martes, día 17 de noviembre, la acción se trasladó al Comedor Paris 365. La Fundación Gizakia Herritar/Paris 365 tiene su ámbito de actuación principalmente en Pamplona y su comarca. Nació por la iniciativa de un grupo de ciudadanos que, ante la crisis, pasaron a la acción. Ellos decidieron atender de la manera más eficaz posible aquellas necesidades sociales no cubiertas suficientemente por las instituciones. Fue así como en junio de 2009 abrieron el primer comedor social en Pamplona. Desde entonces, el Comedor Solidario Paris 365 ha repartido más de 180.000 comidas y cenas a personas que lo necesitan desde la Fundación.
En la mañana del martes, otros seis ópticos voluntarios de VpC revisaron a beneficiarios derivados por Gizakia Herritar/Paris 365. De entre los seiscientos que atienden, se acercaron todos aquellos que, a priori, padecían defectos refractivos y no contaban con la capacidad económica de costearse unas gafas. Jesús Ibaibarriaga colaboró como voluntario en las dos acciones. La de estos días ha sido su primera experiencia como cooperante “sobre el terreno”. “Conocí la labor del Comedor París 365 a través de medios de comunicación y redes sociales. Me parece fantástico lo que hacen”, valora el óptico. Anteriormente, la Fundación ya había enviado a la óptica de Jesús a personas sin recursos que no pueden costearse unas gafas al establecimiento, puesto que ‘Ver para Crecer’ también ofrece esta posibilidad: “Soy un entusiasta de este proyecto. No hace falta irse lejos para ayudar, también a nuestro lado hay gente que lo necesita”. Algunos de los beneficiarios de las dos acciones han sido menores de edad, entre los que los ópticos encontraron varios casos de miopía. “A estas edades, unas gafas pueden ser la diferencia entre aprobar o no un curso”, termina Ibaibarriaga.
Ver para Crecer, en búsqueda de la justicia visual Esta ha sido la quinta campaña sobre el terreno de ‘Ver para Crecer’ en España. El proyecto se apoya en la capacidad tecnológica de la iniciativa ‘Vision For Life’, de Essilor, y en la experiencia en cooperación de la Fundación Cione Ruta de la Luz. Hasta la fecha y desde comienzos de verano, ‘Ver para Crecer’ ha revisado la vista de 500 personas en toda España de la mano de Aldeas infantiles SOS (Barcelona y Granada), Fundación Tomillo y Mensajeros de la Paz (Madrid), Fundación Xilema y Comedor Solidario Paris 365 (Pamplona), sólo en estas campañas in situ.