El 98% de los niños no utiliza gafas de sol
El Col•legi Oficial d’Òptics Optometristes de Catalunya y la Cruz Roja ponen en marcha una campaña conjunta con el objetivo de concienciar la población sobre la importancia de proteger los ojos de las radiaciones solares, especialmente entre los niños. En este sentido, las dos entidades han distribuido un póster divulgativo en los Centros de Atención Primaria (CAP), hospitales, casas de campo y de colonias, albergues de juventud y campamentos juveniles.
Cada vez somos más conscientes de la importancia de proteger la piel de los más pequeños con fotoprotectores solares. Sus ojos, que son 20 veces más sensibles que la piel ante el sol, también necesitan una protección adecuada. Aun así, un 98% de los niños no utiliza gafas de sol.
Los ojos de los niños y niñas son más sensibles que los de los adultos, puesto que no están completamente desarrollados. “A menor edad, mayor es la vulnerabilidad de los ojos a la luz y a los rayos UV”, afirma el presidente del Col•legi Oficial d’Òptics Optometristes de Catalunya (COOOC), Alfons Bielsa. Esta particular sensibilidad se debe a tres motivos:
- Tienen una pupila más grande que la de los adultos y, por tanto, les entra una mayor cantidad de luz.
- Su cristalino, que actúa como filtro, no está completamente madurado.
- Sus tejidos oculares –que son una pantalla protectora ante los rayos UV- tienen menos pigmentos. Esto implica que estén menos protegidos.
Todo esto provoca que, antes del primer año de vida, el cristalino de los bebés deje pasar hasta el 90% de la radiación UVA y el 50% del UVB. Sin la protección adecuada, estos rayos llegan directamente a la retina, la parte más delicada del ojo. Entre los 12 y 13 años, estos porcentajes se sitúan en el 60% y el 25%, respectivamente. El ojo queda completamente desarrollado a los 25 años. A partir de esta edad, el cristalino funciona a pleno rendimiento y reduce la cantidad de rayos ultravioletas que llegan a la retina. Sin la protección adecuada, el 80% de la radiación acumulada en la vista se produce antes de los 18 años.
Los efectos nocivos de los rayos UV sobre los ojos de los más pequeños pueden provocar conjuntivitis o queratitis –una inflamación de la córnea-, que se manifiestan en forma de picor, irritación y sensación de arena. También pueden causar patologías oculares más graves, como alteraciones agudas de la córnea, lesiones degenerativas y quemaduras agudas a la retina. Incluso, pueden provocar Degeneración Macular Asociada a la Edad –primera causa de ceguera reversible- y cataratas. Puedes leer más consejos para cuidar la vista de los niños.