Zen Barcelona, innovando a contracorriente

Zen Barcelona está de enhorabuena. La marca cumple ¡una década! 10 años han pasado ya desde que Francisco Castañeda (Paco entre los profesionales del sector) se lanzó a perseguir un sueño. Charlamos con él para conocer su balance de esta etapa y las claves que marcan su trabajo.
Al cumplirse diez años de su creación, Zen Barcelona ya está presente en 42 países y cuenta con un equipo que trabaja día a día para seguir fortaleciendo su presencia en todos y cada uno de ellos. Castañeda nos cuenta que empezó esta aventura personal como un reto, un proyecto en solitario, en el que tenía depositado mucha ilusión y en el que pudo poner en práctica sus 30 años de experiencia en el mundo del diseño, la producci6n y la distribución.
Gafas redondas, grandes, pequeñas o cuadradas, Zen Barcelona crea y personaliza sus gafas, haciendo modelos únicos y diferentes, colección tras colección. “Creamos gafas en las que cada uno se sienta cómodo y, sobre todo, único”. Quizá por eso a Castañeda le cuesta escoger su favorita entre todas las colecciones: “Tengo más de 30 gafas que utilizo según el día; a veces cambio hasta tres veces en un mismo día”.
Poco a poco, la firma se ha ido haciendo un hueco en el sector, enfocando sus modelos a lo que Castañeda considera la base de todo: la observación. “Se aprende tanto observando! Lo demás ya viene solo”. Busca la creatividad y la inspiración en las calles de Barcelona, de la que se considera un enamorado. “Es fantástico perderse en el entramado de pequeñas calles de los barrios del Born o la Barceloneta, sentarse en una terraza y observar”.
La Innovación constante es uno de los retos principales de la marca como herramienta de conexión y complicidad con sus clientes. “Descubrir y trabajar con nuevos materiales es un reto permanente en Zen Barcelona. Realizamos pequeñas y limitadas series de producción que nos permiten probar nuevos componentes. Por ejemplo, Tecnomol o Xtra-thin son innovaciones de las que hemos creado líneas específicas”. Eso sí, sin desviar la atención de la que ha sido su fuente de inspiración a lo largo de sus diez años de historia: las personas. “Nos centramos en sus rostros, su pelo, su estilo de vestir y su entorno. En definitiva, en cómo son, cómo se sienten y cómo quieren verse”, explica Castañeda. “Combinamos la sensatez y la responsabilidad de las buenas relaciones entre trabajadores, proveedores y excelentes profesionales con la locura juvenil”. Unas sólidas bases para encarar el futuro enfocado en la gente joven, “para los que la palabra crisis –afirma Castañeda– es reemplazada por creatividad. Espero seguir con la misma ilusión que siempre y estoy seguro que los próximos 10 años pasarán volando, trabajando igual que ahora y mirando hacia adelante”. Zen Barcelona apuesta por seguir creando modelos innovadores que sorprendan a sus clientes, con colecciones que no dejen indiferente a nadie: “Siempre hay sorpresas y eso nos divierte” –concluye Francisco Castañeda–.